Para crear este Corbières con una hermosa personalidad, Philippe Courrian mezcló Syrah, Garnacha y Cariñena a partes iguales, con un toque de Mourvèdre y Cinsault. Tras su crianza en media tina y media barrica, el vino combina en nariz notas amaderadas, violetas y confitura de frutos rojos. En boca combina frescura y dulzura, y se basa en finos taninos de regaliz.